Y me iré lenta y tranquilamente hacia el sol,
bajo un cielo morado de pies rojos
todos los destinos que quise recorrer
todas las personas que pude conocer
estuvieron en mí
y al mirar hacia arriba
vieron un cielo de fuego
imaginando dentro de mi alma sus mejores deseos
cuidándolos, anhelándolos
y yo estuve ahí,
con ellos,
los ayudé y los llevé a cada nube.
Les mostré los paisajes más hermosos
y los protegí de que no cayeran desde las alturas
y en mi cielo desfilaron todos los colores
y cada vez que ellos miran el celeste
recuerdan aquel paseo que pudieron vivir conmigo...
y aquí estoy navegando por éste cielo
esperando que el aire me lleve hacia el amarillo amado...
Qué cálida es la vida, qué tranquilo puede ser todo
cuando hay vientos que te refrescan el viaje.
Toda mi vida quise un globo aerostático
y sólo es hace poco cuando me doy cuenta de que
el globo que tanto quise era yo misma
y que tengo un viaje que recorrer,
un gran viaje
por un cielo morado con pies rojos.
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