Hoy hablé con el sol
me habló a los ojos
y luego se escondió.
El día perfecto para hablar
son los Domingos antes de que se sumerja en el mar.
pero éste Domingo fue diferente,
me dijo que todo estaba jodido
y le pedí que me devolviera lo que era mío...
así, si me voy a marchar y me sacará de éste lugar
al menos antes podré ayudar...
El cuerpo es sólo un disfraz
pudriéndose por una sociedad.
Mi alma sigue libre e intacta.
Me dejó claro que todo es alegría,
que lo importante no es como esté el mundo
sino como lo miremos nosotros.
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