hay que soportar muchas cosas en la vida para poder salir vivos de ésta,

hay que pasar demasiados obstáculos para poder respirar con ganas,

hay que tomar tantas decisiones buenas y malas para saber qué vale la pena,

hay que sentir tanto dolor para poder valorar las alegrías,

hay que dejar ir tanto para recibir tan poco,

hay que entender que ése poco que nos dan

es lo que hace que todo lo anterior valga la pena.

No nos cerremos, no alejemos,

no nos demos por vencidos,

no esperemos lo que idealizamos,

esperemos la sorpresa,

lo que no conocemos,

lo que no pensamos,

eso es lo que nos cambia la vida

porque de vez en cuando

el cambio vale la pena.

Se puede estar en un caos 

del que puede resultar terrorífico salir,

extrañar ser quien eras y las cosas por las cuáles te destacabas,

nada es por siempre

si no estás constantemente luchando por lo que quieres...

pocos entienden la magnitud del gris,

ni el mismo ser errante entiende la función de sus pensamientos

o de sus hechos,

y ser un completo desconocido para uno mismo

es...abismante.

Se puede estar al borde de un precipicio

y no todos entenderán lo que es vivir con el alma en un hilo,

hacer y deshacer tratando de tapar nubes grises con un dedo...

a veces uno sólo quiere volver a ser como antes,

sólo que quedan dos opciones,

o eres mejor o peor...

ésta vez si el río suena

es porque alegrías trae.

(a neutralizar)

(el sol solía ser tan preciso y hoy es tan disperso)