8 de agosto de 2010




Júpiter no está tan lejos…
tus manos están más cerca de tocarlo de lo que están tus pies de volver a la tierra
Él tan ingenuo partió intentando alcanzarte y se perdió entre las nubes de Marte
Te estiró un brazo esperando encontrar tus manos 
pero vos estas con la vista clavada en Plutón… 
más lejos de la tierra, más allá de la luz del sol.
Sus pupilas se llenan de oscuridad y estrellas fugaces, 
se marea y cae estrepitosamente con destino Tierra
La caída es descomunal, 
el vacío se transforma en viento lastimando sus ojos optimistas,
El golpe resulto duro, 
resonó en toda la superficie, 
pero parte de él ya lo sabía y por lo mismo emprendió viaje…
Una estela de polvo se levanta de donde yace su cuerpo, 
casi te llama la atención, 
giraste tu cabeza pero tu mirada sigue clavada en Plutón.
Ahora deambula su cuerpo vacío, 
nada más parecido a un envase biodegradable, 
por la faz de la Tierra en busca de su alma, 
de sus sentimientos olvidados…

Creo que su alma sigue esperando en Marte 
esperando que le brindes tu mano… 
Pero vos estas con la vista clavada en Plutón… 
más lejos de la tierra, más allá de la luz del sol.

Alguna vez él escribió con ladrillo 
en la vereda de su hogar un mensaje que creyó claro:
“En algún momento del camino soltase el globo ángel;
respira profundo, toma mucho aire... infla uno nuevo,
mira como se expanden las imágenes en las paredes del látex...
Ahora vuela, vuela, vuela bien alto
solo ten cuidado de que el sol no te queme las alas.
Y si por alguna casualidad ves mi globo aerostático bájamelo así juego un rato…”
Ella lo vió, claro y conciso, sólo que sus alas nunca se iban a quemar…
El mensaje sonó equívoco en los oídos de un ser 
que no estaba listo para volar libre, 
que partió con un horizonte errado…ella no apuntaba al Sol.
Dentro de él, ése sentido de insensibilidad 
que por las noches le daba cobijo 
se marchó con el globo aerostático del que no se pudo aferrar; 
un vacío hace retumbar los sonidos de su mente, 
cada pensamiento resonaba dos veces 
antes de perderse en la noche perpetua que abrumaba su visión…

Encadenado por voluntad propia, 
él se paso sus tiempos encerrado 
en lo que supo ser una mansión de fantasías 
que hoy no es más que una casilla de madera casi podrida a la que llamaba mente.
Observaba cuidadosamente un frasco de dulce viejo lleno de luciérnagas 
que supo recolectar cuando todavía disfrutaba ser parte de la sociedad; 
ellas bailan un vistosa danza impar, 
extiende su largo dedo por el frasco y aplasta a una contra el piso, 
casi se identifica con el cuerpo desfigurado de la luciérnaga 
que da sus últimos aletazos por reflejo 
y le suspira al oído “Al amor se juega de a pares…”


Las voces de sus afectos todavía intactos en la Tierra lo invitan a salir, 
a patear esa puerta que lo tiene encerrado en su cabeza, 
alguna vez se creyó valiente pero hoy esta aterrado, 
acosado por la idea de que cada anochecer lo va a obligar a mirar al cielo, 
a recordar ese momento, esa situación, ese viaje…esa caída.
A través de las hendijas de su conciencia todavía podía ver vestigios de una luz, 
la cola de esa estrella fugaz que con el tiempo pierde brillo , 
que se aleja cada vez más del Sol .
Al amanecer, impulsado por lo celos de aquella danza, 
toma el frasco que de día parecía tan muerto sin luces,
 sin bailes, y se abre camino hacia el exterior; 
los pastos yacían muertos, los árboles mas esqueléticos que nunca, 
la ciudad ya no era la misma, 
una lluvia de cenizas caía del Este cubriendo todo el paisaje.
El tiempo parecía casi tan efímero como un pestañeo, 
el Sol hizo todo su recorrido y él seguía tildado mirando esa lluvia de cenizas…
“Pareciera que el globo aerostático llego a destino, 
se desintegró en el Sol sin cumplir su objetivo” 
Su cuerpo se desploma en las ennegrecidas hierbas, 
el frasco se destruye contra el piso 
liberando a esos pequeños destellos de luz que van cobrando vida 
y se desplazan hasta el cielo atraído por la luz de la luna, 
las luciérnagas bailan cerca de la lumbre del satélite, 
parecen felices esos chicos…
¡Mira como ríen los chicos de la luna!
Lentamente comienza a recoger los retazos 
del contenedor ahora vacío y destruído, 
analogía de su corazón; 
se sienta con las manos en su regazo abrazando firmemente los vidrios 
que comienzan a incrustarse en sus brazos y se tiñen de color carmín, 
casi inevitablemente su cabeza se inclina hacia atrás 
mientras sus ojos se van perdiendo todo rastro de vida, 
de coloración, 
su vista otra vez se clava en aquella lejana estrella con destino oscuro… 
Ambos cuerpos mueren en el oscuro, 
en la soledad plena, cubiertos de frio, 
sólo que él conocía el fin de esta historia 
y le dió rienda suelta a sus falsas expectativas… 
Pero tu suicidio fue más frío, más culpable, 
tu cuerpo se desvela por tu codicia infundada, 
por tus ansias de irte a ese paneta distante…
Él accidentalmente descansa en paz, 
vos nunca vas a encontrar la paz tan lejos de éste frío planeta 
mas allá de donde llega la luz del Sol. 

porque Júpiter no está tan lejos…
tus manos están más cerca de tocarlo 
de lo que están tus pies de volver a la Tierra.

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