no a medias.

Hay procesos que, cuando no se cierran a tiempo,

lastiman y bastante.

Nos hacen reiniciarnos y empezar de cero.

¿Por qué la gente es loca?

Se elige la locura para aplazar o extender procesos que

no son del todo asimilados ni tampoco se quisieran asimilar

y, por unos momentos, sienta bien.

Una locura dulce y feliz,

pero cuando la locura se convierte a demencia

todo se vuelve amargo

y ya se pierde el sabor y el sentido de las cosas.

Nos salimos de nosotros mismos para desconocernos

y ver qué tan podridos nos vemos desde afuera

y hay veces en que estar podrido ayuda,

ayuda a sentir intensamente,

a ahondar en la herida

hasta que empieza a cerrarse lentamente.

Hubo de lo bueno dulce y de lo malo amargo,

pero de tan amargo a veces el sabor se va.

Sólo queda volver a mirar el exterior e

introducirnos en lo próximo que vendrá

o en la decisión que tomaremos.

Sea lo que sea debemos estar seguros que

viviremos al límite lo que sea

porque podemos perder el gusto y cruzar a la demencia

pero jamás...

¡jamás viviremos a medias!