Se llama Isabella, tiene 17 años y es bailarina del municipal.

Mientras baila proyecta los colores más hermosos que puedes haber visto.

Tiene alma de prisma.

Cada delicadeza que tiene al moverse hipnotiza a quien sea que la esté mirando.

Es un imán de almas, al verla, olvidas tu cuerpo, no sientes ni tus manos, sólo respiras.

La música la sigue como perfecta compañera.

Un día la observaba con más atención que nunca.

De pronto, la música paró e Isabella dejó de bailar.

A la cajita musical se le había acabado la pila.

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(almadeprisma,by.me)

las nubes de éstos días me dicen que

son días de etapa gris.